El Tecnológico de Zamora defendió su territorio con determinación al enfrentar en un partido amistoso a Los Reboceros de La Piedad, equipo de la Segunda División Profesional. El encuentro, disputado en el campo empastado del Tecnológico, culminó con una victoria por 1-0 a favor de los locales, quienes no se intimidaron ante la experiencia del rival.
El único gol del partido cayó en los primeros minutos, al minuto 2, gracias a Juan Tejeda, quien sorprendió con un disparo cruzado desde tres cuartos de cancha, enviando el balón al fondo de la portería sur con un golazo que dejó sin opciones al arquero visitante.
Durante el resto del primer tiempo, el partido se mantuvo equilibrado, con ambos equipos buscando los espacios para aumentar el marcador, pero sin éxito. Cerca del final de la primera mitad, el portero local, Rafita Díaz, realizó una atajada crucial. Con reflejos ágiles y una estatura de más de 1.80 metros, extendió toda su humanidad para desviar un disparo al ras del poste que parecía destinado a igualar el marcador.
En la segunda mitad, Los Reboceros, heridos en su orgullo, se lanzaron al ataque buscando revertir el marcador. Sin embargo, el equipo del Tecnológico, liderado por su estratega Martín “El Meraras” Gallegos, implementó una defensa estratégica que resistió los embates del rival. Aunque los visitantes dominaron la posesión, no lograron concretar sus oportunidades. Filtraron balones por izquierda y derecha, dispararon con potencia, pero los zorros del Tecnológico, como auténticos “kamikazes” japoneses, defendieron con cuerpo y alma su portería.
Al término del partido, el profesor Arturo Espinoza, entrenador del equipo visitante y responsable del taller de fútbol del Tecnológico, destacó el esfuerzo de ambos equipos. Reconoció la importancia de este tipo de encuentros, que ayudan a los estudiantes a prepararse para competencias como el Evento Regional Deportivo del TecNM, y demuestran a los profesionales que no hay rival pequeño.
Por su parte, el director general del Tecnológico, Mtro. Karlo Samaguey, expresó su emoción al ver la calidad del juego y reconoció el esfuerzo colectivo de los estudiantes. «No somos un equipo de estrellas, pero sí de estudiantes disciplinados y dedicados. La coordinación y la disciplina marcaron la diferencia, además de un poco de suerte», concluyó.
Este resultado motiva al equipo del Tecnológico a seguir trabajando para futuros retos y destaca el valor de la práctica deportiva como complemento a su formación académica.